¿Qué es una antena?
La definición formal de una antena es un dispositivo que sirve para transmitir y recibir
ondas de
radio. Convierte la onda guiada por la línea de transmisión (el cable o guía de onda) en
ondas electromagnéticas que se pueden transmitir por el espacio libre.
En realidad una antena es un trozo de material conductor al cual se le aplica una señal y esta es radiada por el espacio libre.
Las
antenas deben de dotar a la onda radiada con un aspecto de
dirección. Es decir, deben acentuar un solo aspecto de
dirección y anular o mermar los demás. Esto es necesario ya que solo nos interesa radiar hacia una dirección determinada.
Esto se puede explicar con un ejemplo, hablando de las
antenas que llevan los
satélites. Estas acentúan mucho la dirección hacia
la tierra y anulan la de sentido contrario, puesto que lo que se quiere es comunicarse con la
tierra y no mandar señales hacia el espacio.
Las antenas también deben dotar a la onda radiada de una polarización. La polarización de una onda es la figura geométrica descrita, al transcurrir el
tiempo, por el extremo del vector del
campo eléctricoen un punto fijo del espacio en el plano perpendicular a la dirección de propagación.
Para todas las ondas, esa figura es normalmente una elipse, pero hay dos casos particulares de
interés y son cuando la figura trazada es un segmento, denominándose linealmente polarizada, y cuando la figura trazada es un círculo, denominándose circularmente polarizada.
Una onda está polarizada circularmente o elípticamente a derechas si un observador viese a esa onda alejarse, y además viese girar al campo en el sentido de las agujas de un reloj. Lógicamente, si lo viese girar en sentido contrario, sería una onda polarizada circularmente o elípticamente a izquierdas.
¿Que es un satèlite?
El concepto satélite se puede referir a dos cosas: un satélite natural es un cuerpo celeste que orbita un planeta u otro cuerpo más pequeño, al que se denomina "primario"; no tiene luz propia, tal como los planetas. Por ejemplo la Luna, que es un satélite, gira en torno al planeta Tierra.
La definición antes descrita es para un satélite natural, ya que para los satélites artificiales existe otra. Los satélites artificiales son aquellos objetos puestos en órbita mediante la intervención humana, creados por el hombre; es un vehículo que puede o no contener tripulación, el cual es colocado en órbita alrededor de un astro, con el objetivo de adquirir información de éste y transmitirla.
En cuanto a los satélites naturales, estos son más pequeños que el astro al que rodean, y son atraídos recíprocamente por fuerza de gravedad. Por lo general, aquellos satélites que giran en torno a planetas principales se les denominan lunas, pues se les asocia al satélite de la Tierra, la Luna.
Dentro del Sistema Solar existe una gran cantidad de satélites naturales y todavía no se sabe con exactitud la cantidad. La Tierra posee tan sólo uno, pero existen otros planetas que pueden llegar a tener más de 60 lunas, por ejemplo Júpiter tiene 63. Sin embargo existen planetas como Venus y Mercurio que carecen de satélites, no obstante no sería extraño que esta aseveración cambiara pues hasta estos días se siguen descubriendo más satélites en el Sistema Solar. Se han descubierto aproximadamente 130 satélites, pero lo más probable es que en un futuro próximo se encuentren satélites de mayor tamaño.
Los satélites naturales pueden tener diferentes formas, pese a que la Luna de la Tierra se vea perfectamente redonda. Los planetas no poseen una forma perfecta, son ovalados, siendo más anchos en la zona ecuatorial, esto, además de la fuerza de atracción del sol hace que el movimiento de traslación de los satélites sea más complejo. A este movimiento se le conoce como movimiento perturbado.
Por otro lado los satélites artificiales, al ser creados por el hombre, y a diferencia de los naturales, son colocados arbitrariamente en una órbita para que gire en torno a un astro determinado. Por esta razón, es posible modificar su trayectoria. Los satélites artificiales surgieron en la gran carrera espacial. El primero fue el satélite creado por los rusos, Sputnik, clocado en la órbita terrestre el 4 de octubre de 1957. Desde aquel entonces, los satélites artificiales no han cesado, se han ido creando más, siendo estos cada vez más complejos y específicos.
Los satélites artificiales resultaron ser una coyuntura para la historia de la astronomía. Un aparato que está otorgando constantemente información de un astro en particular sin necesidad de haber una persona en la zona en cuestión. Si lo pensamos con atención el concepto es una verdadera maravilla y gran logro de la humanidad.
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