El cajero electrónico o cajero automático como también se le conoce, es uno de los artilugios más populares y referenciales que van de la mano con la sociedad digital, y al parecer tuvo su comienzo “real” o masivo a partir de las postrimerías de la década de los 50 del siglo pasado. En estos principios, junto con el advenimiento por igual de las tarjetas de crédito que en aquella época eran recargadas con una cantidad fijada por el cliente pero que no podían usarse en los cajeros electrónicos puestos que etos no existían, surgió el concepto de dinero plástico. Concepto que fue desarrollado pioneramente por el Chase Manhatan Bank, quien fue la primera institución comercial que lanzó las tarjetas de crédito, pero es obvio que la historia de los cajeros automáticos va por otro rumbo o, al menos, es claro que su desarrollo no fue paralelo al de estas.
Se cree que el inventor del cajero electrónico o cajero automático fue John Shepherd-Barron, pero lo que no se cree, mejor dicho de algo de lo que se está totalmente seguro es que el primer cajero automático fue instalado en Londres en 1967. Dificultades de topo tipo (polvo, agua, vandalismo, miedo o temor a usar estos aparatos) dificultaron la masificación de los primeros cajeros electrónicos. Esto no impidió su instalación definitiva, haciéndose un lugar en la sociedad gradualmente de manera muy sutil junto a campañas de publicidad masiva las cuales invitaban al público a tener una conciencia plena de las nuevas formas de adquirir dinero. Con el paso de los años y ante la avalancha de oportunidades ofrecidas por las bolsas de las pequeñas y medianas empresas, junto a la aparición de un mercado relativamente competitivo en Latinoamérica, se hicieron ya defintivamente populares a partir de la década de los 80. Su instalacióncorrió por cuenta en la gran mayoría de casos de parte de grandes compañías económicas multinacionales., para luego pasar a los bancos más tradicionales de cada nación con lo que la cotidianidad de las ciudades se vio de repente invadida por estas de estas sucursales virtuales. También son conocidos en inglés con el nombre de ATM (Automated Teller Machine).